sábado, 24 de octubre de 2009

Backup III

Even when her sight it is Angry, It´s still beatiful.

But the living lines are in the denial, baking the noise.

Misfortune and tired, the clocks are dying.

Flickering tires, the loop are very sided.

The body is on the road.

White sheet above.

No one is listening his bloody soar.

Wood on my arms, The scapegoat are flying.

Spining the lies, everyones talk like they know it all.

Sourrounded times, Shapes of black.

Drive the Hearse

Nostos II

No voy a escribir sobre mi madre, Algún Día lo hare.

domingo, 18 de octubre de 2009

Comentario sobre "Before Sunrise" de Nietzsche

Si alguien tuvo la oportunidad de dar cuenta del lugar privilegiado del Otro simbólico antes de cualquier posible lectura filosófica o psicoanalítica, es fue Nietzsche y lo pudo lograr desde el lugar que, Eso Otro, podía ser dilucidado en toda la extensión de su saber hacer, mas allá del bien y del mal y de toda filología académica o singular.
Ese Otro lugar que impulsa al filosofo hacía las alturas, nos lo deja interpretar en el que hacer de la escritura, pudiendo dar cuenta de aquello que, no siendo un espacio totalmente imaginario, sino un lugar que, leyendo el texto, da cuenta de la búsqueda de una pureza simbólica espectacular.
Dejemos que el texto nos lo muestre, (tuve que tomar el texto en ingles, debido a mi incomprensión del alemán y de mis dudas sobre la traducción al español).
“O heaven above me, pure and deep! You abyss of light! You abyss of light! Seeing you, I tremble with godlike desires. To throw myself into your height, that is my depth. To hide in your purity, that is my innocence.”
Podemos dar cuenta de lo simbólico como tal, por la forma en que Nietzsche se arroja hacia las alturas de algo completamente inalcanzable, pero que lo constituye en este ejercicio simbólico y real al mismo tiempo. Real en función de una ausencia de esa instancia simbólica, a la cual Nietzsche se ofrece en toda la extensión de su ex -sistencia.
“Gods are shrouded by their beauty; thus you conceal your stars. You do not speak; thus you proclaim your wisdom to me. Today you rose for me silently over the roaring sea; your love and your shyness are a revelation to my roaring soul. That you came to me, beautiful, shrouded in your beauty, that you speak to me silently, revealing your wisdom--oh, how should I not guess all that is shy in your soul! Before the sun you came to me, the loneliest of all.”
Acaso llegados a este lugar, Nietzsche ¿NO nos habla del Otro, no en una extensión metafísica si no mas bien Humana, demasiado humana, al clamar la ausencia de ese Otro, forcluida, y de la búsqueda de un amor absoluto que raya en un clamor doloroso sin más?
Nietzsche esta arrancado de lo simbólico que no logra encarnar mas que en este clamor, del cual solo espera una respuesta silente, infinitamente silenciosa, llamada al cielo estrellado de la sin razón, clamor hacia el Otro que nunca recibirá respuesta.
El vacío es lo que caracteriza esa proclamación que demanda el llenado de esa ausencia, primera inscripción simbólica que deja al sujeto arrojado a las garras de la insatisfacción eterna.
“We are friends from the beginning: we share grief and ground and gray dread; we even share the sun. We do not speak to each other, because we know too much; we are silent to each other, we smile our knowledge at each other. Are you not the light for my fire? Have you not the sister soul to my insight? Together we have learned everything; together we have learned to ascend over ourselves to ourselves and to smile cloudlessly--to smile down cloudlessly from bright eyes and from a vast distance when constraint and contrivance and guilt steam beneath us like rain. “
Aquí se nos puede dar cuenta de la peculiaridad que nos deja perplejos con respecto al filósofo de Rocken. ¿Nietzsche contiene este Instancia como una figura de alter, espacio especular, imaginario? ¿Quién esta ausente en este párrafo? Presencia diluida en el silencio de lenguaje, pero importante en tanto que esta contenida dentro del sujeto, dentro del filósofo.
Por otro lado lo siguiente nos da cuenta de que, dentro de la construcción psíquica nietzscheriana, la ausencia es del orden de lo inalcanzable, una falta innombrable pero que impulsa hacía arriba, hacia los cielos, hacia……..

Continuara.....

domingo, 4 de octubre de 2009

Locuras o no Lo curas a la Mexicana. Locustoria II

Las preguntas se pueden ofrecer o dilucidar en el instante del momento oportuno. Pero, siempre y cuando, se haya elaborado toda una serie de elucubraciones que, en apariencia, no llevan a un punto en específico, pero que dan cuenta de la elaboración de una nueva dirección o el advenimiento del punto que, en ese preciso momento, aparece. Hay toda una gran larga cadena de discursos relacionados con la locura y el tratar de hacer un análisis, por lo menos decente, o una revisión exhaustiva de la forma y el abordaje, ya no de la locura en sus diferentes -y siempre misteriosas- manifestaciones nosológicas, sino de la duda que se desprende en el simple hecho de la existencia, miserable, pero no menos humana, del loco. Pero, ¿Cuál es esta duda?, ya sea inherente a los procesos orgánicos, fisiológicos y/o neurológicos acerca de una localización, señalamiento, insuficiencia orgánica o mal funcionamiento de la recepción o transmisión de neurotransmisores inherentes a procesos de vigilia, la duda pone a los expertos a elucubrar y operar sobre el cuerpo del loco, en una relación de médico a loco sin reciprocidad. Pero esta no es una elucubración nueva se nos podrá refutar y ese es uno de los principales puntos de discusión que trataremos de dilucidar en este espacio en blanco que tenemos por delante, blanco como la bata del médico o el uniforme de la enfermera, blanco como los pasillos del hospital y los accesorios de baño integrados al equipo de utensilios y herramientas usados en el hospital. Utensilio que da cuenta de la construcción y operación de un saber que penetra en las manifestaciones de lo Real, en toda su crudeza e inhaprensibilidad, en toda carne operada por el verbo del acero de la construcción de conocimiento médico, y por lo tanto abriéndose paso sobre las murallas que implica el desconocimiento del ser humano sobre su cuerpo.
Una primera tentación que nos guiará en este trabajo es ¿Existe una historia de la locura en México? La pregunta en si, pareciera una tontería viendo y comprendiendo el titulo del trabajo. ¿Por qué cabría una pregunta como esta? Para dar cuenta de un inicio es estrictamente necesario poder ir armando un andamiaje como base para poder discernir la dirección de nuestro trabajo y esta pregunta es crucial para la forma- y lo más importante sin duda- la dirección del análisis y planteamiento mismo de la problemática. En el caso de que fuera negativa la respuesta ¿Cuál seria la fundamentación de esta negativa? Esta fundamentación estaría apoyada por el hecho del planteamiento de una nueva pregunta al respecto, la cual es: ¿La historia de la locura en México es una línea solitaria en el curso del proceso de la construcción de un saber, por supuesto médico, o esta al ritmo y en armonía con lo que sucedía en otros puntos del mundo en el momento histórico que se aborde, cualquiera que sea este? Otra pregunta no deja de aparecer llegados a este punto, la cual consiste en lo siguiente; Si existen concordancias entre los diferentes saberes acerca de la locura en diferentes puntos donde se desarrollaba este saber, ¿En función de que elementos se puede hablar de concordancias y a que efecto se deben, ya sea se hable del aspecto político, económico, religioso predominante en diferentes momentos de la historia de una nación y a su vez de sus habitantes y como estos elementos, siempre múltiples, siempre complicados llegaban hasta los últimos escalones (o talvez los primeros) de una escalera social desigual, marcadamente desigual?
La historia de México, turbulenta, desigual, escarpada, cubierta por paradigmas ideológicos, moralizantes e incluso nacionalistas ha estado repleta por desarrollos que van desde lo critico hasta la enajenación ideológica pero siempre construida desde aquello que raya en la visceralidad de los sujetos que se han encargado de dar cuenta de un análisis de la misma, la apuesta de hacer la afirmación tremenda que acabamos de hacer no es sin duda, un intento de salir airadamente asépticos y libres de todo tipo movimiento sentimental con respecto a un trozo, solo un trozo, siempre mínimo, con respecto a los diferentes aspectos inmiscuidos en la historia de toda una nación.
Aspecto mínimo, pero aquí cabría una pregunta sin una respuesta inmediata ¿la Locura, espacio mínimo, tiene cabida en la construcción del saber médico desarrollado a través de la historia de un país, que siendo una colonia, tiene una historia recientemente desarrollada?
¿La historia de esta nación comienza desde los doscientos años que se han ido promulgando como el comienzo de una nación como si el pasado no existiese a partir del 16 de Septiembre de 1810 y no hubiera un antecedente, Indígena o Europeo en una relación dual y por lo tanto, problemática?
Eso es del ámbito del que ya no nos concierne hacer un estudio si no solo un ejercicio de opinión, pero la locura, y su historia no comienzan ni terminan ahí, sino que, en un silencio ya sea obscurecido por el borramiento de los testimonios elaborados desde la época prehispánica o la falta de interés por conservar los testimonios posteriores por discernir del desarrollo del conocimiento médico o, inclusive la determinación antiteológica de la reforma han sumido en el silencio estos saberes, casi de la misma manera en que también han sido silenciadas los remanentes de culturas prehispánicas.
Si la marginación es motivo fundamental para desaparecer, entonces la locura, probablemente esta condenada al olvido. Sin embargo insiste en su falla primordial y constantemente reaparece para dar cuenta de un recordatorio sublime y a la vez brutal, que es la esencia trágica del ser humano sumido en un mundo de palabras impuestas y discursos que lo alejan de sus deseo, o más bien, necesidades fundamentales y lo arrojan a la deriva de la constitución del sentido, un sentido cada vez mas alejado de lo que lo forjo como ser hablante, o sea, lo viviente.

sábado, 3 de octubre de 2009

I Drive The Hearse

When this freedom stains my coat
With the winter in my throat
When I'm lost I dig the dirt
When I fall I drive the hearse

And silence is another way
Of saying what I wanna say
And lying is another way
Of hoping it will go away
And you were always my mistake...

Given time I fix the roof
Given cash I speak the truth

And silence is another way
Of saying what I wanna say
And lying is another way
Of hoping it will go away
And you were always my mistake...

When I'm down I drive the hearse

When this boredom wears me out
Then the sky begins to cloud
Sleeping with my ball and chain
When she cries I take the blame

And pride is just another way
Of trying to live with my mistakes
Denial is a better way
Of getting through another day
And silence is another way
Of saying what I wanna say
And lying is another way
Of hoping it will go away
And you we're always my mistake...

When I'm down I drive the hearse


Steven Wilson/Porcupine Tree, The Incident, 2009.