jueves, 1 de septiembre de 2011

AT.

“Con todo, debemos llamarlos a nuestro lado cuando han de sernos de ayuda, y recíprocamente está bien acudir de buena voluntad a los que pasan alguna adversidad aunque no nos llamen, porque es propio del amigo hacer bien, sobre todo a los que lo necesitan y no lo han pedido, lo cual es para ambos más virtuoso.”

Aristóteles, Ética a Nicómaco.

Acompañamiento terapéutico.

Ningún trabajo en particular está exento de presentar dificultades, contingencias, extrañamientos y desafíos para las personas que participan en él. Y en vista de estas dificultades no puede no ser posible que este tipo de dificultades a superar introduzcan toda una serie de cuestionamientos acerca de cómo abordar un caso en particular. Conforme se presentan diversos elementos durante el transcurso de un tratamiento cualquiera se pueden ir desarrollando diferentes formas de abordarlo, confrontarlo, estructurarlo, pero nunca anteponiendo el edificio teórico ante la escenificación que se pone en juego en la clínica y estar al pendiente de, lo que en la situación se produce como tal, las contra-dicciones que emergen dentro de la situación clínica. En función de esto la forma del abordaje siempre se hará presente en función de una pregunta.