miércoles, 24 de febrero de 2010

Lactus teos

La vía láctea se cierne sobre un tapete rojo sin puntas.
Y tener las manos sin brazos alzadas hacia lo imberbe de una banda de terciopelo despojo.
La inmensidad del espacio no es suficiente para lo que se tuerce de un par de paralelas consejeras de la paz.
Los tormentos de un alma sola y sin bola, la matiné de un periscopio azul y los despojos de perfil sin faz.
Todo el día podría ser de un purpura escamado, como la espalda baja del astro sin rastro.
Pero las estrellas celosas de un ámbito negro no pueden no ser sin el vacío lactoso de una altura boreal.
Las notas se dilucidan sin tu presencia ¿No puedo, acaso, renegar de tu ausencia? ¿como hacer que la mirada se desvíe del camino circular de la palma negra?
Un alba rosa y un cono prosa, ridículo intento de entrañar lo irrazonable.