viernes, 30 de enero de 2015

Parusia

(A)Parusia la sangre de la noche.
(A) la saga del alma.

Mientras la sarna del higo, hace palmas de bronce.
La trama se hace de un hilo de Ariadna.

Notas en el cielo, las arañas se liberan.
Marte se (A)parusia y las bestias se desencajan.

Nihil est, nihil queda.

Espuma y rabia, señal y savia.
Salmón y semen, sana la franja.

La estrella roja estalla en la tierra.
Las cenizas bañan la pradera.

"Si non rogas, intelligo."



martes, 17 de diciembre de 2013

El Acompañamiento Terapéutico como Experiencia.

El hombre moderno vuelve a la noche a su casa extenuado por un fárrago de acontecimientos –divertidos o tediosos, insólitos o comunes, atroces o placenteros– sin que ninguno de ellos se haya convertido en experiencia.” Giorgio Agamben.
Lo que la experiencia despliega en el ejercicio del acompañamiento es parte de un ejercicio que se comienza a desplegar a partir de los dispositivos analíticos clásicos. Si bien, en este ejercicio se ha hecho de la situación del acompañamiento terapéutico un acto subordinado al del trabajo analítico en función del planteamiento inicial del mismo: La transferencia se Realiza a partir del encuentro del analista y el analizante. La figura del acompañante se he definido desde distintas posiciones, dependientes ya sea, de la corriente analítica en donde se encuentre sumergido este ejercicio. La figura del acompañante también puede variar en función de la corriente psicológica, académica e inclusive política en donde se hace manifiesto y eficaz el ejercicio del mismo.   
         En el campo de la clínica –hemos observado inclusive-  un cierto desdén hacía el estatuto del acompañante por parte de distintos profesionales pertenecientes al ramo, lo cual, sin ánimos de hacer parecer y padecer este documento como una hoja plagada de invectivas o algún estatuto más orientado hacía una declaración primigenia de estandarte reivindicatorio del trabajo del acompañante, podemos establecer que el acompañamiento es parte de una escena armada a partir de un dispositivo que tiene, no solamente líneas de acción determinadas, sino que ofrece un espacio de pluridimensionalidad.
         Miradas en juego en cierta colectividad no completamente compartida, malograda, imposible de decir por completo, equivoca y fragmentada, sorda y un poco ciega, mentirosa como la verdad misma.

         Pero, si por un lado- La Verdad, como tal, es inaprensible, ¿Podemos decir lo mismo de la experiencia? ¿Podemos acotar a la experiencia en un rubro específico del sujeto, en el que, a pesar de su carácter subjetivo, se vuelve la posibilidad de una enunciación? ¿La experiencia nos remite únicamente al ámbito de lo vivido? ¿Participa la fantasía como algo estructurante, edificador, consistente y además crucial para el curso del dispositivo? 

viernes, 1 de noviembre de 2013

Tempestalidad.



Esa tempestad roja sobre la cama nunca
                   Trajo bendiciones a tu alma.

Tiembla el tiempo en horario fijo
Pero hace mella en el sarcoma de tu alma.
                  Alada como un trigo en señas.

Disfrutar del odio en celo y de los ojos fijos
Es una señal de eróticas armas.

Vacilando con el trapo sucio las telarañas del escorpión.
                    Vanas son las ansias de la paloma con granos rojos.

Palabras fúnebres y frentes rotas, coágulos de madera azulada.
                   Fantasmas de notas grises, percheros de suéteres negros.

Me aterra esa figura pálida como un santo y su virginal rocío
                    Demasiado seso embarrado en la banqueta.

Alas rotas, a las botas con ecos de favores incumplidos.
                    Mira ese santo aferrado a su higo.

Hígado demoniaco y trampas del deseo, trauma inserto en el genital de hierro.
                    Rabia de ensoñación, patria descarapelada.

Océano de seres blancos con ajos de Santa Martha.
                    Toma tu errancia con disimulo.

Arropa mi sed con bestial arrebato y húndete en la misión mística de La Tempestad.

                   

viernes, 16 de agosto de 2013

Contra-posición.

Hay animales que no pueden dejar de morderse la cola.
Hay números que se inflan en la nota.
Hay supuestamente un paraíso para cada globo inflado como vejiga rosa.
Hay lamentos que la luna no llega a sumar.
Hay Ignominia en cada paso de madera roja.

No hay materia para la mosca muerta.
No hay iluminación para esta nación seca.
No hay una sola hoja seca en la sala del manicomio.
No hay una sola voz para el alma siniestra.

R.H. 2013.

jueves, 1 de septiembre de 2011

AT.

“Con todo, debemos llamarlos a nuestro lado cuando han de sernos de ayuda, y recíprocamente está bien acudir de buena voluntad a los que pasan alguna adversidad aunque no nos llamen, porque es propio del amigo hacer bien, sobre todo a los que lo necesitan y no lo han pedido, lo cual es para ambos más virtuoso.”

Aristóteles, Ética a Nicómaco.

Acompañamiento terapéutico.

Ningún trabajo en particular está exento de presentar dificultades, contingencias, extrañamientos y desafíos para las personas que participan en él. Y en vista de estas dificultades no puede no ser posible que este tipo de dificultades a superar introduzcan toda una serie de cuestionamientos acerca de cómo abordar un caso en particular. Conforme se presentan diversos elementos durante el transcurso de un tratamiento cualquiera se pueden ir desarrollando diferentes formas de abordarlo, confrontarlo, estructurarlo, pero nunca anteponiendo el edificio teórico ante la escenificación que se pone en juego en la clínica y estar al pendiente de, lo que en la situación se produce como tal, las contra-dicciones que emergen dentro de la situación clínica. En función de esto la forma del abordaje siempre se hará presente en función de una pregunta.

martes, 12 de julio de 2011

Taller de música.

La música, entendida como un medio y un modo de contacto, lazo, acercamiento, en una comunidad dada o incluso, específica, es un puente de comunicación, así como de enlace entre las personas reunidas en un espacio, ya sea para escuchar, reproducir o crear este objeto, estructura, o inclusive, atreviéndonos a nombrarlo como un lenguaje, el cual, como tal cumple reglas específicos que lo involucran dentro de toda una gama de disciplinas que van desde la semiótica, lingüística, antropología, psicología, fisiología, neurología y el psicoanálisis.
Nuestro principal objetivo es hacer de la música un puente que enlaza a los sujetos que participan de y para la misma.
En el caso de este espacio, utilizamos la música desde su campo sintagmático (melodía) así como de del campo paradigmático, para poder usarlas como una herramienta, específica y útil para ordenar, estructurar, construir, un objeto que recubre cierto campo donde antes solo había sonidos dispersos y silencio. Conjugamos estos aspectos para dar cuenta de un saber hacer que abarca el campo de la voz, del cuerpo, la expresión de este mismo, hasta la interpretación de los signos que dan forma al corpus de la música.