sábado, 29 de agosto de 2009

Locustoria

Una Cuestión preliminar a una (im) posible historia de la locura en México.

Como parte de una insistencia que no es común dentro de la ciencia, pero que si puede ser parte de la aquellas cuestiones que pueden ser determinantes para poder dar cuenta de una inquietud que vendría a romper un discurso oficial o de ponerlo en entre dicho es un trabajo difícil de encontrar, pero que, Sin embargo, se ha dado en el correr de los últimos años.
Los personajes implicados en este proceso han tenido el privilegio y el ímpetu necesario para poder enfrentarse a toda una serie de discursos muy difíciles de interpretar, analizar, confrontar, y poder, de manera tajante, férrea y decidida, romper tabus y estigmas que eran predominantes en tiempos y lugares específicos.
Nos seria imposible enumerar toda la serie de autores que han revolucionado lo que atañe a diferentes discursos, saberes, construcciones morales y religiosas, paradigmas científicos y filosóficos, pero si vamos a tomar elementos de estos autores que van a servir de punto de relevancia y referencia para poder dar cuenta de lo que hay detrás de una construcción discursiva y sus implicaciones con respecto a los sujetos (sujetos en todo el extenso sentido asujetado de la palabra).
Lo que en este punto de escritura nos importa es el hecho de que, siendo la locura abordada desde una infinidad de perspectivas que van desde la filosofía, la sociología, la psiquiatría, el psicoanálisis e incluso en el arte, lo que se intentara, esperamos realmente de manera fallida, dar cuenta de lo que se dilucida en función de los discursos con respecto a la misma, no sin Nantes y rocinantes, reconocer que el abordaje es sumamente extensivo, titánico, quemaojos, alucinante, sinuoso, pedregoso (perogosozo), con respecto a una (im) posible Deconstrucción de esos discursos.
Los trabajos, que hemos de reconocer como inspiradores de este actual trabajo (el cual no esta dentro de una construcción que implique que sea necesariamente original) nos lleva de la mano de el magnifico trabajo de Michael Foucault y su Historie de la folie a la Epoque clasique hasta el trabajo de Enrique Gonzáles y su Historia de la Locura en España, trabajos que nos servirán de ejes constituyentes del presente estudio (“es tu Día Roberto”, me decía mi maestra de Lógica del CCH, ahora me doy cuenta de que me decía: “Estudia¡¡”).
Langustia es un factor determinante en los sujetos para poder dar cuenta de algo que, introduciendo el equivoco, los lleva a mover y elaborar algo de la construcción de un saber hacer, pero, en función de esta misma cuestión es imprescindible ese factor del equivoco para poder plantear interrogantes al Saber construido como algo ajeno a si mismos. Y en función de este factor, del cual no estamos exentos, sino más bien extensos e inmersos, nos lleva al planteamiento de interrogantes inherentes al tema que nos atañe. Las preguntas tocan eso de lo que ha causado, en el transcurrir del tiempo y de la inmersión del loco en la andadura de los escritos, discursos, recursos (¿inhumanos?), analogías, en el cual se pierde como figura que se intenta sacar a la luz de las obscuridades de la sin razón y el delirio.
Al loco se le habla, se le fija, se le elctroshockea, se le mutila el cuerpo y el cerebro en especial para poder “rescatarlo” de la inhumanidad de su discurso, de su delimitación absorbida por el código en función de lo que no entra en este mismo código, y poder reinsertarlo. Pero, sin duda, esa certeza de la que el loco da cuenta es el mismo fallo de la constitución de lo humano y de su incapacidad de dar cuenta de, Categoría inaccesible, lo Real de la carne punzante de los sujetos, locos o locuerdos, y de su limitante acuerdo con lo Otro en función de que es inaccesible.



Las pregunta surgen como luces interminables a partir de un momento en que se pone un espacio en blanco o se da un silencio en el ambiente circundante, ¿pero que preguntas se nos ofrecen a partir de este momento?

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